Ese dolor en el pecho que aparece de repente. Esa presión que le corta la respiración. Esa sensación de que algo no va bien. ¿Es una angina de pecho o podría tratarse de un infarto?
En mi consulta de cardiología en Badajoz, he visto cómo esta duda paraliza a muchas personas. El miedo a no saber distinguir entre ambas condiciones puede costarle la vida o, por el contrario, generar una ansiedad innecesaria que limite su día a día.
La diferencia entre la angina de pecho y el infarto no es solo académica, es vital, porque mientras una requiere atención médica programada, la otra exige una actuación inmediata que puede salvar su vida.
Permítame guiarle a través de las claves que todo paciente debe conocer para actuar correctamente ante el dolor torácico.
¿Por qué es crucial diferenciar entre angina de pecho e infarto?
La confusión entre angina de pecho e infarto es uno de los errores más peligrosos que puede cometer ante un dolor torácico. Ambas condiciones comparten síntomas similares: dolor en el pecho, sensación de opresión, irradiación al brazo izquierdo, sudoración y náuseas. Sin embargo, las consecuencias de confundirlas pueden ser devastadoras.
En Badajoz, como cardiólogo especialista, he atendido casos donde esta confusión ha retrasado tratamientos vitales o, por el contrario, ha generado visitas innecesarias a urgencias que podrían haberse evitado con el conocimiento adecuado. La clave está en entender que, aunque ambas condiciones afectan al corazón, su gravedad y urgencia son completamente diferentes.
La angina de pecho es una señal de advertencia, un aviso de que el corazón no está recibiendo suficiente oxígeno. El infarto, por el contrario, significa que parte del músculo cardíaco está muriendo por falta total de irrigación sanguínea. Esta diferencia fundamental determina no solo el tratamiento, sino también el pronóstico y la urgencia de la intervención médica.
La importancia de actuar rápido ante el dolor torácico
Cada minuto cuenta cuando se trata de dolor torácico de origen cardíaco. En el caso del infarto de miocardio, existe una ventana terapéutica crítica de las primeras horas donde la intervención médica puede salvar la vida del paciente y minimizar el daño al músculo cardíaco.
La regla de oro en cardiología es clara: «tiempo es músculo». Cuanto más tiempo pase sin restablecer el flujo sanguíneo en una arteria completamente obstruida, mayor será el daño irreversible al corazón. Por ello, ante la duda, siempre es preferible acudir a urgencias y descartar un infarto que esperar en casa con la incertidumbre.
Consecuencias de confundir ambas condiciones
Confundir una angina inestable con una molestia digestiva puede retrasar un tratamiento que evite un infarto. Del mismo modo, interpretar cada episodio de angina estable como un infarto inminente genera una ansiedad que deteriora significativamente la calidad de vida del paciente.
En mi experiencia como cardiólogo en Badajoz, he observado que los pacientes que conocen estas diferencias toman decisiones más acertadas, acuden al especialista en el momento adecuado y, sobre todo, viven con menos miedo y más control sobre su salud cardiovascular.
Cuándo cada minuto cuenta para salvar vidas
El infarto de miocardio es una emergencia médica absoluta. Los síntomas que no ceden con el reposo, que duran más de 20 minutos o que se acompañan de sudoración profusa, náuseas intensas o sensación de muerte inminente requieren atención inmediata.
La angina de pecho, especialmente la estable, permite una evaluación más pausada, aunque no debe posponerse indefinidamente. Sin embargo, la angina inestable se sitúa en un punto intermedio que requiere valoración urgente, ya que puede ser el preludio de un infarto.
¿Qué es la angina de pecho y cómo se manifiesta?
La angina de pecho es el síntoma más característico de la cardiopatía isquémica, una condición que afecta a miles de personas en España y que, en Badajoz, constituye una de las principales causas de consulta cardiológica. Se trata de una manifestación clínica que indica que el corazón está trabajando al límite de sus posibilidades.
Cuando hablamos de angina de pecho, nos referimos a una situación en la que las arterias coronarias no pueden suministrar la cantidad de sangre que el corazón necesita en un momento determinado. Es como si el corazón le enviara una carta de advertencia: «Necesito más oxígeno, pero no me está llegando suficiente».
Esta condición no debe subestimarse. Aunque la angina de pecho no causa daño permanente al músculo cardíaco como lo hace el infarto, sí representa una señal de alarma que indica la presencia de enfermedad coronaria. Ignorarla o minimizar su importancia puede llevar a complicaciones graves en el futuro.
Tabla comparativa: Características de la angina de pecho
Característica | Angina Estable | Angina Inestable |
Desencadenante | Esfuerzo físico predecible | Reposo o esfuerzo mínimo |
Duración | 2-10 minutos | Variable, puede ser prolongada |
Respuesta al reposo | Cede completamente | Puede no ceder |
Respuesta a nitroglicerina | Alivio rápido | Respuesta variable |
Urgencia | Evaluación programada | Atención urgente |
Definición médica de la angina de pecho
Desde el punto de vista médico, la angina de pecho se define como un dolor, opresión o malestar torácico que resulta de la isquemia miocárdica transitoria. En términos más sencillos, es lo que ocurre cuando el músculo del corazón no recibe temporalmente la cantidad de oxígeno que necesita para funcionar correctamente.
Esta isquemia se produce habitualmente por el estrechamiento de las arterias coronarias debido a la acumulación de placas de ateroma, un proceso conocido como aterosclerosis. Cuando la demanda de oxígeno del corazón supera la capacidad de suministro de las arterias coronarias estrechadas, aparece la angina.
Es fundamental entender que la angina de pecho no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de una enfermedad subyacente: la cardiopatía isquémica. Por ello, su aparición siempre requiere una evaluación cardiológica completa para determinar la extensión y gravedad de la enfermedad coronaria.
Características del dolor anginoso típico
El dolor anginoso típico presenta características muy específicas que ayudan a diferenciarlo de otras causas de dolor torácico. Se describe habitualmente como una sensación de opresión, peso o ardor en el centro del pecho, por debajo del esternón.
Los pacientes raramente lo describen como un dolor punzante o como una puñalada. Más bien, utilizan expresiones como «tengo un peso en el pecho», «siento como si me apretaran con una banda» o «es como si tuviera una plancha caliente sobre el pecho». Esta descripción es tan característica que nos ayuda enormemente en el diagnóstico.
El dolor puede permanecer localizado en el tórax o irradiarse hacia otras zonas del cuerpo, especialmente al brazo izquierdo, la mandíbula, el cuello o la espalda. Esta irradiación sigue patrones neurológicos específicos y es uno de los elementos clave para sospechar un origen cardíaco del dolor.
Duración y factores desencadenantes de la angina
La duración de la angina es un elemento diagnóstico crucial. Típicamente, un episodio de angina estable dura entre 2 y 10 minutos, raramente más de 15 minutos. Si el dolor persiste más de 20 minutos, debemos sospechar que no se trata de una angina simple, sino posiblemente de un síndrome coronario agudo.
Los factores desencadenantes más habituales incluyen el esfuerzo físico, las emociones intensas, las comidas copiosas, la exposición al frío y el estrés. En la angina estable, existe lo que llamamos «umbral anginoso», es decir, un nivel de esfuerzo reproducible que desencadena los síntomas.
Por ejemplo, un paciente puede referir que siempre le aparece el dolor al subir dos pisos de escaleras o al caminar deprisa durante 10 minutos. Esta reproducibilidad es característica de la angina estable y nos ayuda tanto en el diagnóstico como en el seguimiento del tratamiento.
Tipos de angina: estable vs inestable
La clasificación de la angina en estable e inestable no es meramente académica; tiene implicaciones pronósticas y terapéuticas fundamentales. La angina estable es una condición crónica que, aunque requiere tratamiento y seguimiento, permite una vida relativamente normal con las precauciones adecuadas.
La angina estable se caracteriza por episodios de dolor torácico que aparecen con esfuerzos de intensidad similar, duran un tiempo predecible y ceden con el reposo o la nitroglicerina. Los pacientes aprenden a reconocer sus límites y pueden adaptar su actividad para evitar los episodios.
Por el contrario, la angina inestable representa una situación de alto riesgo. Se caracteriza por dolor torácico que aparece en reposo, con esfuerzos mínimos o con un patrón cambiante respecto a episodios previos. Esta forma de angina requiere hospitalización y tratamiento urgente, ya que puede evolucionar hacia un infarto de miocardio.
¿Qué es un infarto de miocardio y sus manifestaciones?
El infarto de miocardio representa una de las emergencias médicas más graves que podemos enfrentar. A diferencia de la angina de pecho, donde el sufrimiento del corazón es temporal y reversible, en el infarto se produce la muerte irreversible de parte del músculo cardíaco por falta total de oxígeno.
En mi consulta de cardiología en Badajoz, he visto cómo el conocimiento sobre el infarto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, entre una recuperación completa y secuelas permanentes. El infarto no perdona, pero sí puede prevenirse y, si ocurre, tratarse eficazmente si se actúa a tiempo.
La gravedad del infarto radica en que, una vez que muere una parte del músculo cardíaco, esa zona no se regenera. Se forma una cicatriz que puede comprometer la función del corazón para el resto de la vida del paciente. Por ello, la prevención y el reconocimiento precoz de los síntomas son fundamentales.
Diferencias clave entre angina e infarto:
- Duración del dolor: Angina (2-10 min) vs Infarto (>20 min)
- Respuesta al reposo: Angina (cede) vs Infarto (no cede)
- Daño al corazón: Angina (reversible) vs Infarto (permanente)
- Urgencia: Angina estable (programada) vs Infarto (inmediata)
Definición y mecanismo del infarto agudo de miocardio
El infarto agudo de miocardio se produce cuando una arteria coronaria se obstruye completamente, impidiendo que la sangre llegue a una zona del músculo cardíaco. Esta obstrucción total, a diferencia de la parcial que ocurre en la angina, provoca la muerte celular o necrosis del tejido cardíaco afectado.
El mecanismo más frecuente es la ruptura de una placa de ateroma en el interior de una arteria coronaria, lo que desencadena la formación de un coágulo que bloquea completamente el paso de la sangre. Este proceso puede ocurrir en minutos y explica por qué el infarto puede aparecer de forma súbita, incluso en personas que previamente no habían tenido síntomas.
La zona del corazón que queda sin irrigación comienza a sufrir inmediatamente. En los primeros 20-30 minutos, el daño aún puede ser reversible, pero a partir de ese momento, las células del músculo cardíaco empiezan a morir de forma irreversible. De ahí la importancia crítica del factor tiempo en el tratamiento del infarto.
Características del dolor de infarto
El dolor del infarto comparte muchas características con el de la angina, pero presenta diferencias cruciales que pueden ayudar a distinguirlos. El dolor del infarto suele ser más intenso, más prolongado y no cede con el reposo ni con la nitroglicerina.
Los pacientes lo describen frecuentemente como «el peor dolor de mi vida», una sensación de opresión intensa que puede acompañarse de una sensación de muerte inminente. Esta sensación, conocida médicamente como «angor animi», es muy característica del infarto y debe tomarse siempre en serio.
El dolor puede localizarse en el centro del pecho, pero también puede presentarse de forma atípica, especialmente en mujeres, diabéticos y personas mayores. En estos grupos, el infarto puede manifestarse como dolor abdominal, náuseas intensas, sudoración profusa o incluso como una sensación de indigestión severa.
Síntomas acompañantes del infarto
Además del dolor torácico, el infarto de miocardio suele acompañarse de una constelación de síntomas que reflejan el sufrimiento agudo del corazón y la respuesta del organismo ante esta situación crítica.
La sudoración profusa es uno de los síntomas más característicos. No se trata de una sudoración normal por calor o esfuerzo, sino de un sudor frío, pegajoso, que empapa la ropa y que aparece incluso en reposo. Este síntoma, combinado con palidez, refleja la activación del sistema nervioso simpático ante la situación de emergencia.
Las náuseas y vómitos son también muy frecuentes, especialmente en los infartos de la cara inferior del corazón. Muchos pacientes interpretan inicialmente estos síntomas como una intoxicación alimentaria o un problema digestivo, lo que puede retrasar peligrosamente la búsqueda de atención médica.
Diferencias entre infarto con y sin elevación del ST
Desde el punto de vista médico, clasificamos los infartos en dos grandes grupos según los hallazgos en el electrocardiograma: infarto con elevación del ST (STEMI) e infarto sin elevación del ST (NSTEMI). Esta clasificación no es meramente técnica, sino que tiene implicaciones importantes en el tratamiento y el pronóstico.
El STEMI representa la obstrucción completa y aguda de una arteria coronaria principal. Requiere una intervención inmediata para reabrir la arteria, ya sea mediante angioplastia primaria o medicamentos trombolíticos. El tiempo es crítico: cada minuto de retraso aumenta la mortalidad y las complicaciones.
El NSTEMI, aunque también es un infarto, suele deberse a una obstrucción parcial o a la oclusión de arterias más pequeñas. Aunque es menos grave que el STEMI, sigue siendo una emergencia médica que requiere hospitalización y tratamiento urgente. La diferencia radica en que el tratamiento puede ser menos agresivo y el pronóstico suele ser mejor.
Principales diferencias entre angina de pecho e infarto
Conocer las diferencias clave entre angina de pecho e infarto puede salvar su vida. Aunque ambas condiciones comparten síntomas similares, su gravedad, duración y necesidad de intervención médica son completamente diferentes. En mi consulta de cardiología en Badajoz, dedico tiempo a explicar estas diferencias porque la confusión entre ambas puede tener consecuencias devastadoras.
La tabla comparativa que presento a continuación resume las principales diferencias que todo paciente debe conocer:
Característica | Angina de Pecho | Infarto de Miocardio |
Duración del dolor | 2-20 minutos | Más de 20-30 minutos |
Intensidad | Moderada a intensa | Muy intensa, «el peor dolor de mi vida» |
Respuesta al reposo | Cede completamente | No cede |
Respuesta a nitroglicerina | Alivio rápido | Sin alivio o mínimo |
Daño al corazón | Reversible, sin daño permanente | Irreversible, muerte celular |
Urgencia médica | Evaluación programada (estable) | Emergencia absoluta |
Marcadores en sangre | Normales | Troponinas elevadas |
Electrocardiograma | Puede ser normal | Alteraciones características |
Diferencias en la intensidad y duración del dolor
La intensidad del dolor es uno de los elementos más distintivos entre ambas condiciones. En la angina de pecho, el dolor suele ser moderado y tolerable, describido como una presión o peso en el pecho que, aunque molesto, permite al paciente mantener cierta actividad.
En contraste, el dolor del infarto es devastador e incapacitante. Los pacientes lo describen como «el peor dolor de mi vida», una sensación de aplastamiento que les impide realizar cualquier actividad. Esta diferencia en intensidad no es casual: refleja la gravedad del proceso subyacente.
La duración también es crucial para el diagnóstico diferencial. La angina de pecho típicamente dura entre 2 y 20 minutos, raramente más. El infarto, por el contrario, presenta un dolor que persiste más de 20-30 minutos y puede prolongarse durante horas si no se trata adecuadamente.
Respuesta al reposo y la medicación
Una de las pruebas diagnósticas más sencillas que puede realizar en casa es observar cómo responde el dolor al reposo y a la medicación. La angina de pecho cede completamente con el reposo en pocos minutos. Si el paciente deja de hacer esfuerzo y se sienta tranquilamente, el dolor desaparece gradualmente.
La nitroglicerina sublingual es otra herramienta diagnóstica valiosa. En la angina de pecho, una pastilla de nitroglicerina bajo la lengua proporciona alivio en 2-5 minutos. En el infarto, esta medicación no produce mejoría significativa o el alivio es mínimo y temporal.
Esta diferencia en la respuesta terapéutica refleja el mecanismo fisiopatológico subyacente: mientras que en la angina la obstrucción es parcial y puede compensarse, en el infarto la oclusión es completa y requiere intervención urgente.
Síntomas asociados: sudoración, náuseas, mareos
Los síntomas acompañantes también difieren en intensidad y presentación. En la angina de pecho, pueden aparecer síntomas como ligera sudoración, sensación de falta de aire o molestias digestivas, pero suelen ser leves y proporcionales al dolor torácico.
En el infarto, los síntomas asociados son mucho más intensos y alarmantes:
- Sudoración profusa: Sudor frío que empapa la ropa, incluso en reposo
- Náuseas y vómitos intensos: Especialmente en infartos de cara inferior
- Palidez extrema: Reflejo de la situación de shock
- Sensación de muerte inminente: Conocida como «angor animi»
- Mareos severos: Que pueden llevar al desmayo
Localización e irradiación del dolor
Aunque tanto la angina como el infarto pueden presentar patrones de irradiación similares, existen diferencias sutiles pero importantes. La angina de pecho suele localizarse en el centro del tórax y puede irradiarse al brazo izquierdo, pero la irradiación tiende a ser menos extensa y más predecible.
El infarto presenta una irradiación más amplia y variable: puede extenderse a ambos brazos, la mandíbula, el cuello, la espalda e incluso el abdomen superior. Esta irradiación más extensa refleja la mayor intensidad del estímulo doloroso y la activación más amplia de las vías nerviosas.
Señales de alarma que indican emergencia médica
Reconocer las señales de alarma que distinguen una emergencia médica de una situación que puede esperar es fundamental para tomar decisiones correctas. En mi experiencia como cardiólogo en Badajoz, he visto cómo el conocimiento de estas señales puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Criterios de emergencia médica inmediata:
- Dolor torácico que persiste más de 20 minutos sin ceder con reposo
- Dolor que no responde a nitroglicerina tras dos dosis
- Sudoración profusa acompañada de palidez extrema
- Pérdida de conocimiento o sensación inminente de desmayo
- Dificultad respiratoria severa que impide hablar en frases completas
- Sensación de muerte inminente o pánico extremo sin causa aparente
Síntomas que requieren llamada inmediata al 112
Existen síntomas específicos que deben motivar una llamada inmediata al servicio de emergencias, sin demora ni dudas. Estos incluyen cualquier dolor torácico que se acompañe de pérdida de conocimiento, dificultad respiratoria severa, sudoración profusa o vómitos intensos.
La regla de los 20 minutos es fundamental: cualquier dolor torácico que persista más de 20 minutos, especialmente si no cede con reposo o nitroglicerina, debe considerarse un infarto hasta que se demuestre lo contrario. En estas situaciones, cada minuto cuenta para preservar el músculo cardíaco.
No subestime la sensación de muerte inminente. Aunque pueda parecer un síntoma subjetivo, es una manifestación muy característica del infarto y debe tomarse siempre en serio.
Signos de gravedad que no debes ignorar
Algunos signos físicos indican gravedad inmediata y requieren atención urgente. La palidez extrema, especialmente cuando se acompaña de sudor frío, indica que el organismo está en una situación de estrés cardiovascular severo.
Los cambios en el nivel de conciencia, desde la confusión hasta la pérdida de conocimiento, sugieren que el cerebro no está recibiendo suficiente oxígeno debido a la disfunción cardíaca. Estos signos nunca deben minimizarse.
La cianosis (coloración azulada de labios y dedos) indica falta de oxigenación y requiere intervención inmediata.
Diferencias entre dolor cardíaco y otras causas
Distinguir el dolor cardíaco de otras causas de dolor torácico puede ser complejo, pero existen características que ayudan en el diagnóstico diferencial. El dolor cardíaco raramente es punzante o se modifica con la respiración o los movimientos del tórax.
Características del dolor NO cardíaco:
- Dolor que aumenta con la respiración profunda (probable origen pleural)
- Dolor que se modifica con la presión sobre el tórax (origen músculo-esquelético)
- Dolor punzante como una puñalada (raramente cardíaco)
- Dolor que dura segundos y desaparece (generalmente benigno)
- Dolor que mejora con cambios de posición (probable origen postural)
Síntomas atípicos en mujeres y diabéticos
Las mujeres y los diabéticos pueden presentar síntomas atípicos que dificultan el diagnóstico. En las mujeres, el infarto puede manifestarse como fatiga extrema, náuseas intensas, dolor abdominal o sensación de indigestión, sin el dolor torácico clásico.
Los pacientes diabéticos pueden sufrir infartos «silentes» debido a la neuropatía diabética que afecta la percepción del dolor. En estos casos, los síntomas pueden limitarse a fatiga inexplicable, sudoración o sensación de malestar general.
Es fundamental que estos grupos de riesgo mantengan una vigilancia especial y consulten ante síntomas que, aunque atípicos, podrían indicar un evento cardiovascular.
Pruebas diagnósticas para diferenciar angina e infarto
El diagnóstico diferencial entre angina e infarto requiere una combinación de evaluación clínica y pruebas complementarias específicas. En mi consulta de cardiología en Badajoz, utilizo un protocolo diagnóstico riguroso que permite distinguir rápidamente entre ambas condiciones y tomar las decisiones terapéuticas más adecuadas.
Protocolo diagnóstico de urgencia:
Prueba | Tiempo de realización | Información que aporta |
Electrocardiograma | 2-3 minutos | Cambios agudos de isquemia |
Análisis de troponinas | 15-30 minutos | Daño miocárdico |
Ecocardiograma | 10-15 minutos | Función y movilidad cardíaca |
Radiografía de tórax | 5 minutos | Complicaciones pulmonares |
Electrocardiograma: cambios característicos de cada condición
El electrocardiograma es la prueba más rápida y accesible para el diagnóstico diferencial. En la angina de pecho, el ECG puede mostrar cambios transitorios durante el episodio de dolor, pero frecuentemente es normal entre los episodios.
En el infarto agudo, el electrocardiograma presenta cambios característicos y evolutivos. El infarto con elevación del ST (STEMI) muestra elevaciones del segmento ST en las derivaciones correspondientes a la zona afectada. El infarto sin elevación del ST (NSTEMI) puede presentar depresiones del ST o inversión de ondas T.
La evolución temporal del ECG es crucial: mientras que en la angina los cambios son reversibles, en el infarto evolucionan característicamente a lo largo de horas y días, desarrollando ondas Q patológicas que indican necrosis miocárdica.
Análisis de sangre: enzimas cardíacas y troponinas
Los marcadores bioquímicos son fundamentales para confirmar el diagnóstico de infarto. Las troponinas cardíacas (T e I) son los marcadores más específicos y sensibles de daño miocárdico. En la angina de pecho, estos marcadores permanecen normales, mientras que en el infarto se elevan significativamente.
La cinética de las troponinas es característica: comienzan a elevarse 3-6 horas tras el inicio del infarto, alcanzan su pico máximo a las 12-24 horas y pueden permanecer elevadas durante 7-14 días. Esta persistencia permite diagnosticar infartos incluso cuando el paciente consulta tardíamente.
Otros marcadores como la CK-MB y la mioglobina pueden utilizarse como complemento, pero las troponinas son el estándar de oro para el diagnóstico de infarto.
Ecocardiograma de urgencia
El ecocardiograma permite evaluar en tiempo real la función cardíaca y detectar alteraciones en la contractilidad que indican isquemia o infarto. En la angina de pecho, la función puede ser normal o mostrar alteraciones transitorias durante el episodio.
En el infarto agudo, el ecocardiograma revela alteraciones características de la contractilidad en la zona afectada. Estas alteraciones aparecen precozmente, incluso antes que los cambios electrocardiográficos, lo que convierte al ecocardiograma en una herramienta diagnóstica muy valiosa.
Además, el ecocardiograma permite detectar complicaciones mecánicas del infarto, como la insuficiencia mitral aguda, la rotura del tabique interventricular o el derrame pericárdico.
Importancia del tiempo en el diagnóstico
En el manejo del síndrome coronario agudo, el tiempo es el factor más crítico. Existe una ventana terapéutica de las primeras 12 horas, idealmente las primeras 6 horas, donde la reperfusión puede salvar músculo cardíaco y mejorar significativamente el pronóstico.
El concepto «tiempo es músculo» resume esta urgencia: cada minuto de retraso en el diagnóstico y tratamiento del infarto supone pérdida irreversible de células cardíacas. Por ello, el protocolo diagnóstico debe ser rápido y eficiente.
En mi consulta, cuando un paciente presenta síntomas sugestivos de síndrome coronario agudo, el objetivo es completar la evaluación inicial en menos de 10 minutos, incluyendo ECG y extracción de sangre para marcadores cardíacos.
Tratamiento inmediato: qué hacer en cada situación
Saber cómo actuar ante un episodio de dolor torácico puede marcar la diferencia entre un desenlace favorable y una tragedia. En mi experiencia como cardiólogo en Badajoz, he comprobado que los pacientes y familiares que conocen las medidas de actuación inmediata tienen mejores resultados y menor ansiedad ante estas situaciones.
Protocolo de actuación inmediata:
Primeros auxilios ante sospecha de angina
Ante un episodio de angina de pecho, la actuación debe ser calmada pero decidida. Lo primero es hacer que el paciente cese toda actividad y se siente o recueste en una posición cómoda. El reposo es fundamental para reducir la demanda de oxígeno del corazón.
Si el paciente tiene nitroglicerina prescrita, debe administrarse una pastilla sublingual. Si el dolor no cede en 5 minutos, puede repetirse la dosis. Es importante aflojar la ropa que pueda comprimir el tórax y asegurar un ambiente tranquilo y bien ventilado.
Pasos a seguir en angina de pecho:
- Cesar inmediatamente toda actividad física
- Sentar o acostar al paciente cómodamente
- Administrar nitroglicerina sublingual si está prescrita
- Esperar 5 minutos y repetir si es necesario
- Si no cede tras 15-20 minutos, considerar como emergencia
Actuación de emergencia ante posible infarto
Ante la sospecha de infarto, la actuación debe ser inmediata y sin demoras. Lo primero es llamar al 112 sin esperar a que los síntomas mejoren. Mientras llegan los servicios de emergencia, hay medidas que pueden salvar vidas.
Si el paciente está consciente y puede tragar, administrar aspirina (ácido acetilsalicílico) 300 mg masticada puede reducir significativamente la mortalidad. Esta medida simple pero efectiva puede disolver parcialmente el coágulo responsable del infarto.
Mantener al paciente tranquilo y en reposo es fundamental. Evitar que se levante o haga esfuerzos, ya que esto puede empeorar la situación. Si pierde el conocimiento, colocarlo en posición lateral de seguridad y estar preparado para iniciar reanimación cardiopulmonar si fuera necesario.
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